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MASCARAS

A través de la historia de la humanidad se ha escrito mucho acerca de cómo algunos animales, identifican, delimitan y defienden sus espacios físicos. Un buen ejemplo de esto es el pez globo. Este peculiar pez al sentirse amenazado, reacciona inmediatamente tragando agua con lo que aumenta su volumen hasta convertirse en bola, difícilmente podrá entrar en la boca de sus enemigos ya que resulta imposible abarcar el volumen que alcanza.

Las diferentes investigaciones sociales muestran que el ser humano también defiende sus zonas personales y una forma de hacerlo es el enmascaramiento.
El rostro que mostramos al exterior en circunstancias de miedo, dolor, ansiedad, raramente es un rostro genuino. Nos vemos en la necesidad de usar mecanismos de defensa que nos fortalezcan ante ciertas situaciones de vulnerabilidad, al punto de pensar demasiado en estrategias y no nos damos la oportunidad de sentir. Con el tiempo la necesidad de enmascararse es tan profunda que se impone automáticamente y es muy difícil dejarla caer. Sin embargo en situaciones de tensión, las máscaras que utilizamos normalmente se descuidan y nos resulta complicado disimular.


La pregunta que surge es, vale la pena desenmascararse y mostrarnos transparentes a pesar del riesgo que esto implique?

Tendríamos la valentía de dejar a un lado los complejos y enfrentar los miedos que nos llevan a enmascararnos? o simplemente seguiremos creando mecanismos de defensa como lo hace el pez globo ?

"Cuando la necesidad nos arranca palabras sinceras, cae la máscara y aparece el hombre" Lucrecio